Gran parte de las preocupaciones cotidianas son el resultado del temor ante lo que pueda suceder y es por ello que la ansiedad desgasta nuestra energía. ¿Qué sucederá con el presente que me toca vivir? ¿Podré perdonar alguna vez a quién me decepcionó? ¿Cuál será el resultado de los análisis médicos? ¿Estoy tomando la decisión acertada? ¿Estoy actuando de la manera que Dios quiere en esta situación? Las preguntas se transforman en un torbellino ascendente en nuestra mente, pero de la misma manera, Dios a cada paso nos recuerda que no estamos solas y que debemos depositar nuestra seguridad en él.
¿Y por qué no puedo controlar mi ansiedad?
Hay mujeres que se angustian por desaciertos del pasado, por lo que les suministrará el futuro o por las situaciones caóticas del presente.
La ansiedad y el estrés son una de las enfermedades más corrientes en esta era, los profesionales especializados en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, trabajan habitualmente en los centros de salud, y no obstante a ello, las atenciones telefónicas no dan abasto; y nuevamente surge la misma pregunta: ¿Cómo puedo superar esto? La ansiedad se define como un sentimiento de intranquilidad e inquietud, es un estado de agotamiento en el que convergen y desembocan infinidades de emociones.
Ante estas situaciones, quiero decirte que no todo está perdido y que este pesar tiene salida. Te propongo hacer una oración y luego leer estos textos bíblicos que, aparecerán a continuación, hablando con Dios de esta manera: Señor, ayúdame a recobrar ánimo y a recuperar la esperanza de saber que tengo mucho por disfrutar y que nada está perdido.
Proverbios 12.25: “La preocupación agobia a la persona, una palabra de aliento la anima”.
Isaías 41:10: “No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios, que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
Juan 16.33: “Estas cosas os he hablado para que mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”.
Ahora sabemos que confiar en Dios nos ayudará a tener éxito frente a cualquier situación. La ansiedad puede cargar enfermedades en nuestro cuerpo y nuestra mente, sino tenemos cuidado. Nuestra total confianza estará siempre en saber que tenemos libre acceso a Dios, y que las demoras no serán un impedimento entre él y nosotras, ya que siempre estará presto a oírnos y a acudir a nuestro socorro.
¡Dios te bendice, ten confianza, esto pasará!
